Casi con toda seguridad la primera herramienta eléctrica que uno nuevo bricolega se va a plantear comprar es el taladro.
También casi con seguridad le va a dar muchas vueltas antes de decidirse por uno, a menos que en las próximas navidades la pareja, cansada de esperar que cuelgue esos cuadros o esas cortinas que tiene guardadas, le pida a los Reyes Magos o a Papa Noel que se lo regale.
Desengáñate amigo, el taladro perfecto no existe, si existiera su inventor ya seria el hombre mas rico del mundo.
El taladro perfecto seria barato (a fin de cuentas en bricolaje lo tenemos que pagar nosotros) ligero, potente, transportable y capaz de funcionar en cualquier lugar y durante el mayor tiempo posible.
Por desgracia potencia y peso, potencia y precio, tiempo de funcionamiento y peso (de las baterías) y tiempo de funcionamiento y precio (de las baterías) suelen ir de la mano, así que nos vemos obligados a un compromiso entre ligereza y precio, por un lado, y prestaciones y movilidad por otro.
La opción, siempre dentro de lo que nuestro presupuesto y espacio permita, es tener mas de una taladro, que además se complementen: Uno sin cables, ligero y barato y uno de mediana potencia, no demasiado pesado, con percutor y reversible, dejando los de gran potencia para los usos profesionales. Cierto que podemos tener un taladro profesional, con percutor y gran potencia de taladrado, batería autónoma para un par de horas y no demasiado peso (aunque en los taladros a batería el peso es inevitable) pero el coste se hace difícilmente viable para un aficionado, ya que nos iríamos a precios de 300 a 600 euros. Por poco mas de una quita parte, de la media, es decir unos 100 o 150 euros podemos tener dos haciéndonos una opción mas completa.
De estas posibilidades trataremos mas adelante en este apartado pero ¿Qué opináis vosotros? ¿uno caro y versátil ó varios pero mas baratos en conjunto?
