Es decir volver a utilizar algo que ya estaba desechado, en su función original y sin necesidad de modificaciones. También existe una variante ,que veremos más adelante, consistente en la reparación de elementos para mantener su uso o la separación de elementos y reutilización de alguno de ellos.
Haciendo bricolaje podemos reutilizar bastante fácilmente los materiales de construcción (ladrillos, bloques, placas de pladur, etc… pueden ser desmontados y usados en nuevas paredes) restos de tableros o listones (aunque en este caso incluso podría tratarse de su primera utilización) procedentes de cortes o de cantidades que nos hemos tenido que quedar al comprar lo materiales que realmente queremos usar. Mecanismos eléctricos, sobre todo los sobrepared, siempre que no estén dañados o quemados, y trozos de tubería ya sean restos, racores, etc son candidatos ideales a ser guardados y clasificados para una nueva utilización siempre que nos veamos en la necesidad de desmontar alguna instalación que los contenga.
Y por supuesto los lideres de la reutilización, siempre que estén en buen estado y seamos capaces de extraerlos sin dañarlos: la clavazón y la tornilleria.
Los primeros es menos probables, ya que generalmente se doblan en el proceso de extracción, pero es posible, en muchos casos obtenerlos rectos, los segundos generalmente se pueden extraer sin daños, salvo cuando la cabeza ya esta previamente dañada (en especial las conocidas cabezas en cruz o Philips que tienen una altísima tendencia a estropearse) se pueden recuperar, clarificar y reutilizar.
