¿Servicios? ¿técnicos?

Dos son las cuestiones que me plantea el enunciado, una por cada palabra, y por ello las he puesto entre interrogantes independientes.

Cuando empecé con esto del bricolaje, al menos en plan masivo, fue por una cuestión de ahorro… y de estética. Algunas cosas de la casa que no me gustaban como habían quedado y otras, sobre todo del jardín, a las que no nos llegaba el presupuesto. Pero en algunos casos me he llegado a plantear extenderlo a otros ámbitos… en alguno lo he extendido y en otros, lamentablemente, no puedo.

Estas reflexiones me vienen por un proyecto que os mostraré próximamente sobre el cambio de goma de la puerta de la nevera… pero también por una cámara fotográfica que hace tiempo que no tengo… y otra que tengo en busca de un lugar donde me la arreglen.

La cuestión de las cámaras es lo que me lleva a la duda de servicios… y juntamente con la nevera a la duda de técnicos. Empecemos por servicios: ¿Por qué nadie parece ser ya capaz de arreglar una cámara fotográfica de negativo? En realidad cualquier aparato medianamente antiguo. Es una forma de empujar al publico, quiera o no a renovar el equipo. Y no hablo de cámaras «instant» de 5000 pesetas, sino de una réflex Canon Eos que, en su día, nos costó más de cien mil pesetas. Más sangrante aún, si cabe, es el caso de la cámara digital Sanyo, aunque esta sí sea el modelo comprable a una «instant». La avería, que afectaba a las piezas mecánicas y no a la óptica, hacia que no abriera la tapa del objetivo. A veces, abriéndola a mano, podías hacer que funcionara, pero no siempre. Hablamos de la tapa, ya que al no disponer de zoom óptico no movía el objetivo. Tras más de cuatro meses de espera me dieron l presupuesto: 120 euros para reparar una cámara que, en su día, me costó 125 y que había, dado la tardanza en respuesta, sustituido por una de 80 con más prestaciones. Dado que si rechazaba el presupuesto tenia que abonar 35 euros (por nada, al menos nada práctico) decidí aceptarlo y dejar la cámara de reserva, aún siendo consciente que me sería más barato comprar una nueva… pero así y todo la jugada me salió barata. Realmente me salió gratis: han pasado más de dos años desde que acepté el presupuesto y aún no tengo noticias del ¿servicio? técnico. No sé si han perdido la cámara, no les han suministrado las piezas o no han sido ¿técnicos? Capaces de arreglarla. El caso es que ya la doy por reciclada.

Ciertamente el ejemplo es de nulo servicio y de dudosa capacidad técnica. Pero debo reconocer que en este segundo caso no son los únicos… y que, además, se fomenta desde los fabricantes. Hace unos años a la nevera de mi casa empezó a rompérsele la goma de la puerta. Llamamos al servicio técnico y nos indicaron que tenían que cambarle la puerta completa, ya que la goma o burlete iba pegada, formando una pieza con la puerta. Dado el coste de la misma y nuestras expectativas de mudanza (y `puesto que no pensamos mantener la nevera) me limité a reforzar la goma con adhesivo de montaje y tratar de aguantar. Nos mudamos. La casa tenia más espacio y optamos por una nevera americana (side by side) en lugar del combi… pero como no nos lo traían hasta tres semanas después de la mudanza acarreamos la vieja nevera y la metimos en el sótano… para aprovechar al menos el congelador.

Dos años ha aguantado el burlete con el adhesivo de montaje antes de fallar definitivamente. Dada la situación de crisis y puesto a que (pese a ser auxiliar) ya nos hemos acostumbrado a ese espacio de frío, opté por darle otra oportunidad… sabiendo que (en el dudoso caso que aún tuvieran puertas) el ¿servicio técnico? iba a sustituirnos la puerta, por intentar adaptar yo mismo la goma… una goma estándar.

Treinta euros, un poco de inventiva y una mañana de trabajo serán lo que veréis próximamente. Toda una operación técnica que rinde servicio.

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