¿Y ahora qué?

¡Ya ha acabado todo!

¿De qué han servido las acampadas?

¿De qué ha servido el incumplimiento de la ley en la jornada de reflexión, por otra parte habitual desde las generales del 2004?

Pocas cosas han cambiando en nuestro panorama político y Zapatero sigue en La Moncloa dañando a nuestra nación. Repartiendo trozos a los nazi-onalistas catalanes, vascos y gallegos y regalando nuestro dinero a dictadores del mundo árabe, denostados por los manifestantes de sol y el movimiento 15-M, y a los dictadores de Sudamérica, aplaudidos por estos manifestantes, mientras el español medio es cada vez más pobre y más explotado por aquellos que dicen luchar contra la explotación.

Y mientras el partido de la oposición, y en especial su líder Mariano Rajoy, siguen empeñados en hacer como Franco: dedicarse a la economía y no meterse en política… dejándole la política a un muerto. Franco se la dejaba a José Antonio Primo de Rivera, fusilado por los socialistas el 20 de noviembre de 1936, y Mariano Rajoy se la deja a José Luis Rodríguez Zapatero, cadáver político, victima de su mala gestión y de las traiciones de los miembros de su partido.

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