Dejamos, en el anterior artículo, la valla, al menos una parte, recién pintada y ahora lo retomamos un par de días después, en el momento en que fijamos el buzón.
Para empezar comprobamos que tanto los agujeros del buzón como los de la valla son lo bastante anchos, y también lo bastante ajustados, como para los remaches que vamos a usar. Así mismo comprobamos la corrección de los cuatro agujeros. Para ello los probamos con el buzón abierto.
Aplicamos la remachadora y fijamos el buzón, de esta forma tenemos un interior más bien liso en el que no se engancharan las cartas.
Con esto dejamos listo uno de los trozos de la valla y quedamos en disposición de seguir retirando la pintura del resto. Sin embargo, tras la ruptura del motor del viejo taladro, lo que nos obligo a realizar la tarea con el nuevo, y la necesidad de usar tres cepillos optamos por probar con otro material: el cepillo para la amoladora o radial.
Aquí, naturalmente es necesario extremar aun más las medidas de seguridad. Así pues, pese al calor, no nos va a bastar con las gafas y la mascarilla. Usaremos ropa de manga y camal largo y calzado cerrado, mascarilla, gafas, guantes, gorra y un protector auditivo: