Papel reciclado

Pocas veces puedo unir mis dos aficiones blogeras, como son esta del bricolaje y el interés por la literatura fantástica, histórica o de ciencia ficción y las recreaciones asociadas.

Un caso fue cuando os traje el taller de creación de espadas de softcombat que realice con la Asociación Fénix.

Y otro es el que os traigo hoy, asociado a la recreación de la época de Los Borja realizada en Játiva en abril, que con alguna salvedad, y con interés decorativo, podemos, si queremos hacer en nuestra casa.

Esta tarea es la realización de papel por medio de reciclar papeles viejos.

En teoría, para emular el proceso del papel antiguo, deberíamos formar una pasta de celulosa por medio de trituración y maceración de restos vegetales. Pero una forma más simple (y rápida) de obtener esta pasta, hoy día, es sumergir en agua papeles que ya no nos sirvan y dejar que se deshagan.

El papel obtenido en este proceso será grueso, casi lo que hoy día consideramos cartón o cartulina, y mucho más basto del que estamos acostumbrados, ya que vamos a realizar un proceso manual y artesano, sin las técnicas de blanqueado y refinado usadas en papelería industrial.

Evidentemente no es un papel que vayamos a usar para escribir un libro, o una nota, pero si puede interesarnos para usos artísticos o decorativos.

Además de la pasta obtenida del papel necesitaremos una tela, montada en un bastidor que nos hará de colador. Otros elementos que usaron en el puesto fueron papel secante y una prensa, que podemos usar si los tenemos, pero que también podemos sustituirlos por maderas (ojo no usemos DM y tengo mis reparos, aunque pienso que si podríamos, respecto a la posibilidad de usar contrachapado o aglomerado) y algún (o varios) objeto pesado.

En cuanto a los pasos, en la recreación medieval ya tenían el papel previamente humedecido y troceados, en forma de una pasta espesa y apelmazada.

De esta pasta se va alimentando el barreño, con mucha mayor cantidad de agua, del que vamos a crear nuestra hoja decorativa. Lo hacemos sacando el bastidor con la tela, a modo de cedazo, lleno de pasta disuelta en agua