Renovar completamente una cocina no es algo que un aficionado aborde habitualmente. Y en realidad no se ha abordado por parte de un aficionado, al menos en el caso que vamos a tratar.
Pero eso es lo de menos, ya que no vamos a ver la reforma de la cocina, entre otras cosas porque no se trata de la cocina de mi casa.
Os preguntareis, en ese caso ¿por qué os estoy hablando de ella?
Pues sencillamente porque la reforma completa de la cocina de mis padres significo una importante oportunidad… para el sótano de mi casa.
Me explico en una zona del sótano donde queremos montar el fregadero, por falta entre otras cosas de presupuesto, nos limitamos a poner una vieja bañera que nos dio una amiga tras reformar su baño. Como siempre mi «previsión» hizo que se me olvidará hacer una foto del estado inicial… pero aunque sea de fondo algo podemos ver de dicho estado.
Y puesto que mis padres iban a sustituir completamente el contenido de la cocina, salvo los electrodomésticos, les platee que iban a hacer con lo que tenían. Los muebles altos (en realidad los únicos) iban a trasladarlos, parte al sótano y parte al paellero, pero la bancada y el fregadero no iban a usarlo, por lo que en principio irían a parar a los escombros. Les dije que si podían conseguir que los albañiles lo desmontaran entero me interesaría si podía ser el trozo de banco del fregadero y el trozo completo que hacia la esquina.
