Una caja de plástico, en este caso de ciruelas, es lo que usamos para guardar la tornillería y los enganches de las planchas de la valla que vamos a retirar, pues parte de ellos los usaremos inmediatamente, pero otra parte tendrá uso más adelante y no conviene perderlos en ningún caso.
Y por fin tenemos despejadas las placas y ampliamos el jardín de la piscina… Je, je, eso creíamos.
Seleccionamos una de las planchas, al que cubre todo el hueco nuevo y la apoyamos sobre el resto para ir quitando todas las hierbas que han ido creciendo.
Las que planchas que sobran las aprovechamos para el huerto, aunque nos falte un trozo, pero ese es otro montaje que veremos más adelante
Una vez retiradas todas las ramas y las hojas, ya secas por otra parte, de la plancha de la valla parece que tiene otro aspecto muy distinto y nos planteamos usarla en el cierre del nuevo trozo del jardín de la piscina.
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