La paleta

La paleta es posiblemente la herramienta más simple y básica que se puede usar en los trabajos de albañilería, tanto que en realidad en el mundo de las construcción a los albañiles no especializados en otras áreas (escayolistas, yesaires, encofradores,…) se les suele llamar paleta, por el uso intensivo de esta herramienta.
Ignoro si es así en toda España o si es algo que solo pasa en la zona de levante, o quizás únicamente en Valencia… El caso es que aquí suelen usarse dos tipos de paletas distintas. Una, la más común, es una especie de dos triángulos isósceles opuestos, lo que técnicamente sería un diamante, salvo por que uno de ellos es mucho mayor que el otro, el mayor tiene de altura como el 90% de la longitud de la paleta o más y el menor tan solo un pequeño fragmento, inferior a una décima parte. Además el mayor tiene la punta, el ángulo formado por los dos lados iguales, redondeada y en el caso del menor es el punto donde sale el palo que la une al mango.

Paleta
La otra es llamada «la catalana» y consiste en un triángulo isósceles, también con la punta redondeada, en el que el palo es más largo y nace del centro de la base. Comentando con una albañil amigo de mis padres, él es originario de Jaén pero lleva viviendo en Valencia desde los años 60, si conocía el porqué la llamaban así me contestó «Está claro, con esa se coge más». Sinceramente cogerá más él, porque lo que es yo apenas noto la diferencia, aunque es cierto que tiene un uso para el cual es bastante mejor que la otra paleta: golpeando con una de las dos esquinas puntiagudas del triángulo los sacos podemos abrir más fácilmente que con la otra paleta, sean sacos de plástico de arena y planché o de papel del cemento.

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