Encuadernar con gusanillo

Se acerca septiembre y por lo tanto la época del inicio de los colegios, de las ofertas en papelería de las grandes y pequeñas superficies. Por eso aunque lo he publicado en mi blog de literatura, he pensado que también podría traer aquí una técnica que nos puede servir para trabajos de clase, presentaciones comerciales, planes de empresa y, en general, cualquier documento de más de veinte folios que tengáis que presentar de forma urgente. Me refiero al manejo de la encuadernadora de gusanillo, por si en esas ofertas de papelería la volvieran a vender a menos de veinticinco euros (que es cuando realmente merece la pena) pues tan importante como comprarla es saber usarla.

Primero tenemos que hacer bloques, de unas veinte páginas como mucho (y personalmente yo optaría por no más de diez, ya que por encima de este número tenemos que hacer bastante más fuerza) que introduciremos en la encuadernadora.

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Hay que ajustarlas bien y que todas estén en la misma posición. En ese momento bajamos la palanca y perforamos los agujeros, cuadrados en este tipo de encuadernadora.

Encuadernar con gusanillo

Este paso lo repetiremos tantas veces como sea necesario. En función de lo grueso del gusanillo podemos llegar a encuadernar hasta ciento cincuenta páginas sin problemas y hasta unas doscientas si las ponemos apretadas.

Perforaremos aparte, de una en una si usamos cartón grueso para ambas tapas, o las dos a la vez si para la cara delantera optamos por transparencia .

Encuadernar con gusanillo

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