Rebuscando entre viejos trastos, dentro del proceso de ordenación que habitualmente realizo por estas fechas en los momentos en que la temperatura y la radiación solar hacen desaconsejable el trabajo en el exterior he encontrado este viejo, pero complejo taladro manual.
Mucho más elaborado que aquel que asemeja una de las antiguas manivelas de poner los coches en marcha, pues la idea en ambos es la misma: disponer una U en un palo central para, con el extremo inferior de dicha U tener un punto de palanca para hacer girar el eje.
En este caso el dispositivo de rueda dentada lo convierte en un antecesor directo de los actuales taladros eléctricos, aunque el mecanismo para hacer girar el plato dentado no es un motor eléctrico sino una palanca manual.
Naturalmente, en especial dado su buen estado, tras una limpieza irá a parar a mi colección de herramientas sin uso, pues no creo que lo llegue a usar para la función para la que antiguamente fue fabricado, es más de hecho no creo que mi tía lo haya usado nunca, pues está casi como nuevo.
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