La vieja cesta de ventosa había acabado en el suelo debido a que la ventosa ha dejado de tener fuerza de sujeción.
Por eso el día que fuimos a ver la nueva tienda compramos este modelo de cesta. Nada más llegar a casa abrimos la caja para comprobar que están todas las piezas: la cesta y los medios para sujetarlas.
Empezamos por limpiar bien la pared con alcohol, tal y como indican las instrucciones, aunque no estén por escrito sino únicamente en gráficos.
Dejamos que se seque bien pues el alcohol tampoco es exactamente bueno para el pegamento y mientras vamos montando la cesta fuera de la pared.
Tal como indican las instrucciones retiramos los papeles que protegen las bandas adhesivas.
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