Una vez secos los ladrillos del bordillo solo nos queda realizar las juntas y suavizar las equinas para poder extender la tierra y el césped.
Para suavizar las esquinas cortamos en diagonal uno de los ladrillos que no hemos eliminado de la valla antigua, justo los que daban a la depuradora y que dejamos porque la protegen por esa parte, de hecho dado que ese trozo de murete sí lo vamos a pisar por ser el único camino que nos queda de paso hacia el huerto lo que hacemos es elevar este casi a la altura del bordillo.
Y una vez cortado rellenamos de pasta de arena pasada por el cedazo y cemento blanco las juntas haciendo que las esquinas se queden suavizadas. También aprovechamos para rellenar por l parte superior el punto en que me quedó el corte de los ladrillos demasiado pequeños.
Con esto casi hemos acabado la ampliación quedándonos solo extender la tierra y plantar el césped.
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