Perder para ganar

A muchos nos extrañaba el lamentable espectáculo que ha dado Mariano Rajoy este último año en relación a la cuestión de la banca, dando a entender que “a cambio” de un rescate directo estaría dispuesto a que la supervisión de los bancos españoles la asumiera el Banco Central Europeo, en lugar del Banco de España, mientras veíamos como Merkel ponía pega tras pega, defendiendo con uñas y dientes que a la banca alemana la controle el Banco Central de Alemania para lo que cuenta con el apoyo total de la oposición, desde los casi ilegales miembros del partido comunista(1) hasta los del prohibido partido nazi, pasando por los legales socialista, liberales, de centro y regionalistas sajones.

Pero esta semana se ha revelado, por fin, las verdaderas intenciones: Ceder soberanía para ganar seguridad.

Ceder soberanía, en un tema como es la supervisión bancaria, para ganar la seguridad de que está se produce. Pese a la manipulación torticera realizada por El Pais, eliminando de los informes filtrados las referencias a Hernandez Molto, Caja Castilla la Mancha, Cajas de Andalucía y Cataluña, y al anterior gobernador Fernandez Ordoñez, más conocido como MAFO y dando a entender que los inspectores se quejaban únicamente de la situación en otras cajas, de comunidades gobernadas por el PP, y del actual gobernador, Linde; cuando si uno accede a los informes originales de la asociación de profesionales las quejas son sobre MAFO y su equipo y sobre la falta de inspección en todas las cajas, pero en especial las controladas por sindicatos, socialistas y nacionalistas.

¿Qué gana Rajoy, y España, cediendo la soberanía de la supervisión de los bancos a Europa?

Si fuéramos un país normal, con políticos decentes, o al menos no demasiado indecentes, donde los reguladores estuvieran fuera de su alcance, nada.

Pero como no lo somos, tal y como el expresidente Zapatero y el exgobernador MAFO han demostrado en estos siete años, la jugada de Rajoy consiste en ceder soberanía para tener la seguridad de que nunca, en el futuro, un gobernante tan nefasto, acaparador y seudodictaorial como Zapatero pueda volver a dañar la supervisión bancaria y favorecer el mayor latrocinio de la historia de España.

No suelo estar de acuerdo con las decisiones y medidas del pusilánime de Rajoy, pero en esta ocasión, aunque lamente lo que significa, solo puedo alegrarme de sus previstos resultados.

(1) No sé ahora en qué situación está, pues hace tiempo que no tengo noticias de mis familiares de Alemania… y mucho menos hablamos de política, pero hace años, poco después de la caída del muro, el gobierno federal trató de aplicar al partido comunista, en especial a su versión de la RDA, las leyes que se habían aprobado (y que creo que aún están en vigor) para prohibir los partidos nazis.

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