¿Londres o London?

¿Londres o London?
Como en estos momentos el interés personal es lo único que me motiva para seguir escribiendo en este blog, ya que el resto está congelado temporalmente, he decidido que voy a traeros aquí, al menos un día por semana, uno de los artículos publicados en el blog de literatura, que es el que personalmente y sin otras consideraciones me interesa, en espera de que se descongelen los demás motivos. Empiezo por traeros el artículo que publiqué ayer en el blog de literatura sobre los nombres toponímicos.
Viene esto de una novela que he estado leyendo en mi Kindle, una novela de Amazon, de un autor independiente, la cual no voy reseñar (ya he tenido bastantes movidas cuando en algunas reseñas medianamente positivas he puesto de manifiesto algunos fallos, ya sea históricos, ya de coherencia, de novelas autopublicadas. Como diría la asesora editorial María Ángeles Pavía: autopublicada, que no autoeditada) que está como se suele decir «a caballo» entre Galicia y Cataluña.
La historia de un viajero gallego que por circunstancia laborales tiene que vivir una temporada en Cataluña y que luego vuelve a su casa echando de menos a algunos (y solo a algunos) de los que ha dejado atrás. Sinceramente no sé cómo acaba pues a mitad novela decidí que para lo que me había costado —nada pues la «compre» durante una promoción— la eliminaba de mi Kindle, si la actualizaban y la corregían siempre la podía volver a bajar de la nube.
Una de las cosas que me sacó de la historia, aunque debo decir que no es algo exclusivo de esta novela, cualquier periódico que leáis está lleno de ellos, es el continuo uso de topónimos en lenguas ajenas escribiendo en español. Como podéis suponer, en este caso, las leguas son el gallego y el catalán, que no son precisamente extranjeras, pero que NO son español. La cuestión es que después de tener que ir a google maps un par de veces para orientarme, por los continuos nombres en gallego y catalán el protagonista tiene que viajas a Inglaterra (no a England) y aterriza en el aeropuerto de Londres (no de London), así que cuando tras el regreso de tierras británicas el protagonista es enviado a «Lleida» decidí que, teniendo en cuenta además otros motivos, dejaba la novela para otra (posiblemente no) ocasión y, eso sí, me decidía a hacer de Juan Bautista y pedía mediante este artículo que, por favor, cuando se escriba en Español se haga en Español, incluyendo los topónimos por mucho que legalmente se aprueben determinadas tonterías.

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