La principal escena del Belén, evidentemente es el Nacimiento.
Compuesto en su expresión mínima por la Sagrada Familia: San José, la Virgen María y Jesús niño sobre un pesebre. Pero puede verse complementado por múltiples accesorios y demás figuras siendo en estas últimas el buey y la mula o borriquillo junto con el ángel anunciador, o una estrella, las que encabezan la lista formada, además, por pastores adorando, ovejas, gallinas, gallos, palomas, leña, frutas y demás productos que los mismos ofrecen al Niño Dios, e incluso en algunos casos considerar aquí los Reyes Magos, como parte de la escena, aunque también pueden ser de otras escenas.
En cuanto a complementos tenemos los propios de un establo, como puertas bajas o dobles y paredes laterales, más pesebres al fondo y la omnipresente paja, así como el propio edificio o cueva en la que podemos optar por innumerables modelos a realizar, si es que le añadimos alguno.
En muchos lugares, tanto casas como Iglesias o comunidades, existe la costumbre de complementar esta escena con la adoraron de los reyes magos el día de Epifania, así como no situar el Niño Dios hasta la noche del 24.
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