Casas: Fraude o robo, al ciudadano.

Algunos os preguntareis a qué ha venido esta serie de artículos, en especial teniendo en cuenta que en la tercera parte nos hemos extendido bastante. Por sí lo habéis olvidado os recordaré los tres conceptos que anuncié en el primer artículo.

¿Fiscalidad de la vivienda?: Real o robo.

El precio, esa gran mentira.

Vivienda y coche: intervención o apoyo.

Aunque eso no dice mucho acerca de los motivos para esta serie. He pensado que debería terminarla contando los hechos que han motivado estas reflexiones y que han sido la compra por parte de tres conocido de su vivienda o parte de ella. Uno de ellos la ha comprado directamente a un banco, una de las muchas que tienen en su stock y que no se atreven a subastar por miedo a que bajen demasiado de precio (y también porque ahí no pueden hacer los chanchullos que sí hacen en venta privada) o, peor aún para ellos, porque ahí tienen que declarar el precio real de la operación. Escudados en hacienda, y debo añadir que con ciertos visos de realidad, le convencieron para firmar una escritura de compraventa más cara a cambio de una rebaja en el tipo de interés y la condonación inmediata de la parte que en realidad no pagaban. Dicho así queda un poco raro, pero si lo vemos con números, aunque sean ficticios queda más claro: él compro el piso por 50000, pero firmó por 60000. La hipoteca era de 40000 (el 80%), pero firmó por 50000, aunque con la condonación de 10000, es decir la hipoteca real era de 40000, pero esos diez cubrían la diferencia.

¿Qué gana el banco con ello?, sencillamente que así consta que lo ha vendido por 60 mil y con ello reduce, o elimina, ficticiamente, las perdidas. Por otra parte esa condonación va condicionada a no reclamar determinadas cuestiones administrativas, como descubrió ese amigo mío cuando al ir a darse de alta le pedían una serie de papeles que él no podía aportar y que ha tenido que buscar y pagar por su cuenta, sin más derecho que a ponerlos verdes en privado, pues si los recamaba podía acabar teniendo que pagar diez mil euros que no había recibido.

El otro caso el de una conocida que le ha comprado la mitad del piso al exmarido, el cual la había, maltratado psicológicamente años antes de separarse, pero por desgracia eso no tuvo nada que ver con la separación, que ocurrió cuando él se largó con otra dejándola con un montón de deudas compartidas que, además, no pagaba. Dado que la zona se ha depreciado mucho en esa crisis, el valor de mercado de su piso ahora no llega ni a los cuarenta mil euros, o al menos eso es lo que le han dicho en el banco cuando ha tratado de financiar la operación, ¡y eso que solo quería financiar la compra del 50%!, pero lo curioso es que cuando ha ido a liquidar la operación en hacienda le exigen impuesto como de un piso de casi el doble, pues así consta en el valor de sus tablas, derivada del valor catastral más que inflado en la actualidad.

Y sencillamente, tanta manipulación, tanto aprovecharse del más débil y tanto sangrarnos a los ciudadanos con algo que según la constitución debería ser un derecho… al final me produce nauseas.

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